Plantilla de análisis y evaluación
Toda la información contenida en la base de datos ha sido recogida a través de nuestra plantilla de análisis y evaluación puntuable y electrónica. La plantilla está disponible en formato Excel y resulta intuitiva y de manejo fácil. Así mismo, esta plantilla es fácilmente aplicable a diversas especialidades del campo de la Medicina. Esta plantilla se pone a disposición de cualquier usuario que lo pueda necesitar según sus necesidades profesionales para que sea él mismo el que realice la evaluación de los recursos lexicográficos que considere y pueda dar la puntuación a cada uno de los indicadores. La mayoría de los indicadores de la plantilla se rellenan a través de unos desplegables que facilitan y agilizan el trabajo del usuario.
La plantilla está disponible para su descarga en el siguiente enlace:
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La plantilla se divide en cuatro grandes bloques que equivalen a los siguientes parámetros, a saber, aspectos generales, macroestructura, microestructura y más información.
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1. Aspectos generales: los indicadores de este primer parámetro son una adaptación de la propuesta de Mira Rueda (2008). Se han eliminado el “formato del recurso” (breve o conciso, de bolsillo y manuales) y también las subdivisiones de la ordenación de las entradas (alfabéticos directos, de familias de palabras, pictóricos y de crucigramas) puesto que, en nuestro caso, no resulta relevante. Así mismo, se han eliminado los soportes de CD-ROM, DVD y microfichas puesto que son soportes que, en la actualidad, apenas se usan, siendo los más utilizados el papel e Internet, aunque se ha incorporado una pestaña para “Otros” por si, en algún momento, se evaluara un diccionario, léxico o glosario en un soporte diferente de los habituales. Además, se ha incluido en este parámetro los indicadores de “año de publicación” y “año de actualización” que aparecen en la propuesta de Seghiri (2007). Por último, se ha incorporado en nuestra plantilla un indicador que permite señalar el “nivel de léxico” que contiene el recurso (básico, medio o elevado). Así, finalmente, en este apartado aparecen los siguientes indicadores:
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Cantidad de lenguas
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Número de páginas
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Número de entradas
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Año de publicación y el año de actualización
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Nivel del léxico
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Soporte
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2. Macroestructura. Este segundo parámetro se compone de los siguientes indicadores:
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Indicaciones (prólogo, introducción, lista de abreviaturas o guía de uso)
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Mapas
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Hipertexto (enlaces internos, enlaces externos o ambos)
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Orden de las entradas (semasiológico u onomasiológico)
3. Microestructura. Este parámetro equivale al tercer parámetro de la propuesta de Mira Rueda (2008). En este caso, se ha eliminado la posibilidad de señalar marcas diafásicas, diastráticas, diatécnicas y de transición semántica porque, en un diccionario especializado, todos los términos que en él aparecen tienen una marca diatécnica concreta y que se utilizan en un registro de la lengua alto. Sin embargo, se han mantenido las marcas diacrónicas y diatópicas, porque es frecuente que se empleen diferentes términos para un mismo significado dependiendo del lugar y de la época. Por estas mismas razones, resultaría interesante mantener los indicadores de “información gramatical” y “sinónimos y antónimos”. Puesto que se trabaja con recursos lexicográficos del campo de la Botánica, se ha añadido el indicador “denominación” que nos permite señalar si un recurso ofrece el nombre común, el científico o ambos nombres. También se ha conservado el indicador dedicado a “ejemplos” y hemos añadido el indicador sobre “ilustraciones” con sus tres opciones (dibujos, fotografías blanco/negro y fotografías color) porque son dos características que se estiman muy relevantes para el traductor que hace uso de recursos documentales especializados. Así, los indicadores finales son los que siguen:
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Marcas diacrónicas y diatópicas
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Información gramatical
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Sinónimos y antónimos
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Denominación
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Ejemplos
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Ilustraciones
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4. Más información. El cuarto y último parámetro refleja la propuesta de evaluación de Seghiri (2007) en cuanto a autoría y diseño. Son indicadores que pueden resultar muy interesantes para el usuario, si bien no entrarían en el proceso de evaluación, sino que se mostrarían al entrar en la ficha de un determinado recurso. En este sentido, es vital saber de la mano de quién procede la información y si esta está respaldada por algún organismo o institución reconocidos. Aunque a priori pueda parecer que los indicadores de “organización lógica de la información” y “presentación o navegación” se centran en los recursos en línea, esta característica resulta digna de tener en cuenta en los recursos en papel, porque siempre es importante que la información se presente de manera clara, agradable y fácil de utilizar. Los parámetros en esta apartado son:
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Nombre del autor
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Profesión/organismo/institución
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Ciudad
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Editorial
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Organización lógica de la información
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Presentación o navegación
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Junto a cada indicador aparece un apartado para observaciones. Será en este campo donde hagamos cualquier comentario que se considere pertinente mientras se realiza la evaluación del recurso. De hecho, puede resultar especialmente útil para: (1) aclarar en algunos indicadores, como “indicaciones” o “ilustraciones”, de qué clase son las indicaciones o ilustraciones contenidas en un determinado recurso (prólogo y guía de abreviaturas, o fotografías en color y dibujos); (2) en los indicadores evaluables, aclarar las razones por las que se ha otorgado una cierta puntuación a un determinado indicador; (3) cualquier otra información que el usuario considere necesaria.
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La puntuación —de 0 a 3, donde 0 significa que el recurso no cumple ese indicador o no cumple con las condiciones mínimas y 3 significa el cumplimiento óptimo del indicador— que el usuario asigna a cada uno de los indicadores se seleccionará de una lista desplegable. Como hemos mencionado anteriormente las puntuaciones asignadas a todos los indicadores se sumarán automáticamente y obtendremos la valoración final del recurso (Escribano Meseguer, 2022/en prensa).
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Editado en Málaga por Lucía Escribano Meseguer y Miriam Seghiri.
